El amor, en cualquiera de sus manifestaciones, tiene una parte maravillosa y otra cruel. Es tan difícil y tan sano a la vez, poner los límites en los vínculos. Hay veces en las que uno desea con toda su alma dormir de nuevo en el útero, tomar la teta y sentirse protegido por siempre jamás. Y hay otras veces, en las que ese mismo deseo se vuleve noscivo y obstaculizador. La pared está ahí: si es bajita, habrá que saltarla, si es muy alta, habrá que escalarla, si es muy dura habrá que quebrarla...es el precio de la libertad. Hoy, Pink Floyd, "Mother".
(Mother did it need to be so high?)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario