Incertidumbres y certezas

No sé si quiero vivir acá para siempre, no sé si quiero trabajar en lo que trabajo para siempre. A veces hasta no sé cosas simples, como por ejemplo qué ponerme: ¿rojo o azul, marrón o negro?; ¿cómo duermo: de fernte o de costado?, ¿queso o mermelada a las tostadas?, ¿camino o me tomo un taxi?, ¿les grito a mis alumnos o les hablo bien bajito?, ¿salgo corriendo o me quedo acá?. Así.  Hay otros días que son más claros, como hoy,  y sé por ejemplo que deseo un helado de frutilla, que quiero bailar hasta morir, que amo leer y sacar fotos, que me gusta llegar y que me recibas con un beso, que quiero que las paredes sean verdes, que bañarme con agua hervida es lo mejor del mundo, que dormir con vos hace que mis mañanas sean hermosas.
...Y sí, a veces mi neurosis obsesiva amaneza con enloquecerme, pero hay algo muy transparente en estos días, sé lo que seguro, seguro, no quiero: esta vida sin vos. Y es que, lógico, sos el amor no civilizado que proclama mi Sabina. Y eso de morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata y porque amores que matan nunca mueren, ufff!! suena idílico, empalagoso y ñoño, pero así lo siento y por nada del mundo quiero dejar de sentirlo/gritarlo/vivirlo. Por todo eso, Joaco, "Yo no quiero"


(También sé que me quiero tirar en parapentes con vos)