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21 julio 2010

Las bellas señoras y el pido no

Me desperté con los restos diurnos del día del amigo. La pasé hermoso. Festejé al mediodía con "las bellas señoras" de la facu. Ellas siempre tienen historias desopilantes para contar, historias de una vida que pareciera ser antiquísima: de amantes, de amores, de ex amores, de maridos, de futuros bebés, de viajes por mil lares, y de mucho proyecto. Mientras la Eva abría las canillas del llanto, siguiendo cada un de las instrucciones de Oliverio y lo lloraba todo: con las rodillas y de amarillo, la Carlita contaba de su partida a la capi, de las ganas de tener mil pibitos con su hombre: pibitos que anden desnudos y hagan la revolución por el mundo. La Lau aprovechaba los recreos para ensopar los relatos con algún que otro condimento, la Ceci narraba interminables peripecias del fin de semana, llenas de detalles insóltitos -y también amarillos-, que sólo ella puede recoradar y contar con tanta calidad, siempre concluyendo sus narraciones surealistas con un "y ahora, ¿qué hago con esto?". En otro costado de la escena, la Vicki sacaba de su paquetísima cartera Prüne una agenda y organizaba citas al teléfono con importantísimas gentes -reuniones de negocio-, así de "ocurrente" es ella. Por la noche había sido invitada a disfrutar de una velada íntima, a la luz de las velas, con las queridísimas "chachas" (porque somos "las brujas cachabachas", como analizó la psicóloga de Cayita menor). La Jo nos preparó una mesa finísima, con copas, vino, unos sorrentinos para chuparse los dedos y un flan de los que sólo ella sabe hacer: todo durito le sale, no se le derrama ni media partecita, lleva las proporciones exactísimas de todos los ingredientes, no vaya que uno se empalague o que sienta que algo está faltando-. La Pau había decidido arrancar ese mismísimo día con la dieta -porque ella siempre encuentra días adecuados para hacerlo, lo mismo con el gimnasio, los electromagnetos, el peeling, los masajes reductores y la nutrición capilar-. Anita, luciendo sacón de pluma, collares y pulseras de piedras preciosas traídos de la India, sacaba las fichas para largar un feroz burako. Alguna exigió que se calentara agua para un café, al unísono gritamos las cuatro: "PIDO NO". Esas cositas de la infancia que no podemos y no queremos erradicar. Entonces decidimos ver fotos del pasado que nos condena y escuchar un poco de música de nuestra "época". Para todas ellas, que las quiero con locura, que me hacen reír una brutalidad y que son tan bellas señoras, como niñas.Va un temón de Shakira, "Pies descalzos".


(Tantas reglas de las que nos hemos liberado! Salud!)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

ayyy q duele esto d hacerse grande, me acuerdo cdo descalsa en 5º año baile este tema. Si, si, fui d shakira esa vez, mi pelo largo negro me procuro el papel. q ganas d poder detener el tpo asi como una foto un ratito aunq sea. Espero q no sea este el ult dia del amigo juntas. Las quiero Carla

Kill Bill dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kill Bill dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kill Bill dijo...

Mi Sopita! q tierna usted! me encantó q el remate no sea la predecible "bella señora" del Ema, como ud bien lo sabe, amo los golpes de magia y bizarría x eso las amo tanto a todas...

ioqui dijo...

Qué lindo también cuando uno se soprende y encuentra comentarios en un post que ya creía que no iba a tener comentarios!! las quiero! besotes.